LA DIFERENCIA ENTRE MÁGICO Y COMÚN ES: DOÑA DUDA!
En mis primeros años de grabaciones en la naturaleza puse mucha atención a un sentimiento que siempre me visitaba, era Doña Duda!!
Tanto me relacioné con ella en escena que acabe por ver con claridad cómo transformaba mi entorno y mis experiencias.
Cuando ella entraba en escena sencillamente “NO PASABA NADA”, porque mi foco se centraba totalmente en ver, oír y descifrar resultados en lugar de sentirlos, y esa constante actitud me volvía ciega y sorda al mundo sutil que me rodeaba e interactuaba conmigo de forma permanente.
Pero también pude observar que en las ocasiones en las que “Doña Duda” se despistaba y/o yo me olvidaba de ella, mi experiencia se transformaba.
Yo me permitía entrar en el bosque reconociéndolo como entidad, le pedía permiso para entrar, me presentaba y le explicaba cosas de mi, admiraba y reconocía la personalidad de cada ser que encontraba a mi paso, al agua, al viento, a las plantas…, sentía con certeza que a su vez todos ellos me reconocían, y disfrutaba intensamente de esa reciprocidad.
Y en estas ocasiones, si!, era capaz de percibir su magia, de verla y oírla. Lo vivía en el bosque, en el mar, en el río y también cuando llegaba al laboratorio y volcaba todo el material sonoro y fotográfico, donde estos regalos se amplificaban.
Si! … creo que la confianza plena te une con el todo, y que cuando te reconoces y reconoces al otro y confías en él se crea un campo energético que es percibido por todo el ecosistema, las plantas, el agua, la luz, el viento…., Todo se convierte en información intercambiándose y transformándose.
Esta actitud es fácil porque ya no te hace falta buscar… solo encuentras.
Hoy comparto contigo un fragmento pequeño de un video que ilustra el momento en el que le pido permiso de entrada al bosque de Brunswick junto al estrecho de Magallanes, el primer día de mi llegada a la Antártida.
Eva Julián